por Alejandra YermanyDaniela CarrascoGermán JaraLas redes económicas y políticas de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días
Si a una persona común le preguntamos acerca de los mormones, probablemente con lo primero que lo asocien será con los “Elders” que van casa por casa predicando el evangelio. Sin embargo, los mormones se han insertado en nuestro país como una poderosa organización que mueve no sólo asuntos religiosos, sino que también políticos y económicos. Es el poder oculto de los Santos de los Últimos días.
Daniel vive en Peñalolén, junto a sus padres y tres hermanos. Su familia entera pertenecía a la religión, pero hoy, sólo sus padres van a la iglesia, y algunos domingos. Pero antes que todo deben pagar el diezmo, es decir, el diez por ciento de sus ingresos, una vez al mes. “Y no sólo la gente adulta, muchas veces vi niños –yo mismo lo hice -que de sus mesadas restaban ese diez por ciento porque sus papás piensan que el sacrificio se aprende desde chicos y porque es un mandamiento” cuenta Daniel.
Daniel es parte de los 13 millones de mormones en el mundo y no es una cifra aproximada, pues el departamento de registro y estadísticas que ellos manejan cuenta con una base de datos tan o más compleja que la del Registro Civil o el Servicio de Impuestos Internos. Aunque según el censo del año 2002 se contabilizaron 103.735 mormones mayores de 15 años, si se consideran los creyentes de todas las edades, los bautizados por esta fe ascienden a 535 mil, y de esos, según estadísticas entregadas por ellos mismos, un 30% corresponden a los que participan de manera activa, según explica Elder Richard Wilson, director de asuntos públicos de la iglesia.
“Es uno de los países latinoamericanos con más mormones, y te aseguro que eso se debe a que acá aún somos muy incultos” asegura Blanco, quien a los 23 años -y pese a que sus padres siguen perteneciendo- dejó para siempre la religión mormona.
“La mayoría de los miembros son más bien pobres e incultos. Y es un tanto lógico, pues la manipulación es muy fuerte y bien hecha. Es una institución lava cerebros que funda sus bases sobre la sustracción de dinero y la ignorancia. Y los más poderosos con mayores puestos siempre son brutos norteamericanos, que viven en lujosas residenciales y se movilizan en millonarios autos financiados con los diezmos de los miembros. Todo esto no es visto por los más humildes e ignorantes”, siente Daniel. Precisamente es ese mundo paralelo de poder el que intentan mantener bajo perfil, sin necesariamente ocultarlo, pero sí, camuflándolo.
El precio de ser mormón
El templo principal está en Santiago, entre las calles Pocuro y Pedro de Valdivia. En la cúspide de su torre, se luce orgullosa la estatua del Ángel Moroni, bañada en oro, que representa la proclamación del evangelio a toda la tierra.
Pero la opulencia no queda ahí. Cada capilla está perfectamente equipada y pintada de un riguroso color blanco. La ubicada en Alberto Llona 1580 es de las más grandes del sector poniente de la capital. Adentro hay una cancha de baby fútbol, que también tiene aros de básquetbol. Esto, principalmente como estrategia para atraer a más fieles, pues generalmente las capillas están en barrios pobres y los niños llegan a jugar a sus canchas.
“Para los mormones todo tiene que estar impecable, en orden, y yo que pertenecí a la iglesia te aseguro que en las capillas hay una inversión poderosísima, la mayoría gracias al diezmo. Yo leí en una Liahona, una revista de los mormones, que una remodelación cuesta cerca de 200 millones de pesos.”, cuenta Daniel. En esa publicación el tratamiento de los temas hace que los fieles lean sobre gestos sociales y actividades públicas, sin darse cuenta de la poderosa red que han logrado crear los mormones.
Y si nos ponemos a sacar cuentas, hay que pensar que la cantidad de mormones activos está por sobre los 200 mil, y todos ellos deben pagar el diezmo, es decir, el 10% de sus sueldos. Esto no se trata de especular, pero es muy posible considerar -con los datos que se tienen- que los mormones son, más que una iglesia, una poderosa organización basada principalmente en el dinero de los fieles. Para ejemplificarlo, en la capilla de Peñalolén, tienen una camioneta Chrysler, propiedad del templo.
El abuelo de Daniel, Benigno Pantoja, quién –según él cuenta- ha dado todo lo que tiene para la edificación de los cimientos de la iglesia en Chile, fundó la empresa “B y HP Construcciones” que ganó varias licitaciones. Sin embargo, en sólo una ocasión, la constructora se atrasó en la entrega de una de las capillas, y el cobro por cada día de atraso provocó que la suma total llegara a los 100 millones de pesos.
“Ahí me di cuenta que todo era dinero. Sumas increíbles de dinero mediante el sistema de concesiones. Si te atrasabas un día en la entrega de la obra o no cumplías con las cosas como ellos deseaban, las perdidas de dinero eran inmensas. Luego vi traición, pitutos, favoritismo, manipulación, encubrimiento de dineros y malversación de fondos. Opulencia descarada de parte de los líderes, y hasta hoy, mi abuelo sigue pagándole a la iglesia”, cuenta Daniel.
El escondido peso político de los mormones
En un diario mural del templo hay muchas fotos de importantes personalidades del país con las que los dirigentes de la iglesia se han reunido. Entre ellos podemos encontrar a la Presidenta, el ex mandatario Ricardo Lagos, Luisa Durán, Joaquín Lavín, Luis Riveros, Patricio Walker, la ex Generala Georgina Ayala (quien además es miembro de la iglesia), entre muchos otros.
A primera vista, se puede pensar que se trata de un simple adorno o una especie de memoria en la que se cuentan las reuniones con las autoridades, sin embargo hay un mensaje de fondo, que mucho tiene que ver con la participación activa en la comunidad y en la política local. Richard Wilson, sumo sacerdote y director de asuntos públicos de la iglesia mormona en Chile, explica que “en todos los países, tenemos que estar involucrados en los procesos políticos, ya que siempre hay que tener alguna opinión sobre lo que está sucediendo en el país”.
Según lo anterior, podemos deducir que hay un innegable lazo entre la política chilena y esta iglesia. La razón es, quizás, el gran número de fieles. Según datos aportados por los mormones, a finales del año 2005 se cuentan 539.193 miembros, de los cuales el 30% son activos, esto equivale al 3.3% de la población del país, es decir, una de cada 30 personas. Lo cual hace que esta organización sea un blanco no menor para cualquiera con aspiraciones políticas.
Esto es algo que sabe el ex presidente Lagos, ya que cuando competía con Lavín - tuvo una idea brillante: acercarse a los mormones y pedir su apoyo a cambio del cumplimiento de la Ley de Culto, que se promulgó en 1999 en el Gobierno de Frei Ruiz- Tagle que permite que cualquier grupo religioso obtenga personalidad jurídica de derecho público, la cual estipula un amplio status religioso sin fines de lucro, además de que los miembros de la iglesia mormona figuraran en el Censo del 2002.
Luego de las reuniones que tuvo el ex Mandatario con personalidades muy influyentes del mundo mormón, cientos de fotos de estos encuentros llegaron a las sedes o capillas, demostrando cual era el candidato. Todo esto, porque no les convenía que un Opus Dei llegara a La Moneda. A partir de entonces la relación entre los mormones y el Laguismo fue fluida y es muy probable, debido a la fuerte influencia de la iglesia en la vida de sus fieles, que cerca de 130 mil mormones hayan votado por Lagos.
Con la actual presidenta las relaciones han sido distintas, ya que sólo una semana antes de las elecciones, realizó una visita protocolar a la congregación. En cambio, Sebastián Piñera no sostuvo vínculo con el mundo mormón, por lo que se entiende que todo el apoyo fue dado a la actual presidenta.
Sin embargo, las relaciones se han “enfriado” principalmente por sus políticas acerca de temas valóricos, puntualmente por el tema de la “pastilla del día después”, ya que dentro de la iglesia las relaciones sexuales están permitidas sólo después del matrimonio.
En las altas esferas de la política, la influencia de esta religión se ha dejado notar de manera sutil. Wilson dice que “a pesar que nunca dirían tácitamente por quien votar, siempre tiene que ser alguno que cumpla con nuestras creencias, y aunque Lagos es agnóstico, él hizo mucho por nuestra Iglesia”. Y es que la política ha sido siempre un tema importante para los mormones en el mundo. Es sabido que en Estados Unidos son una fuerte influencia Republicana que ha dado su fiel apoyo a Bush. “Pero eso de ser republicanos o de ser de algún partido específico acá en Chile no se da, porque si tu piensas, al ser más conservadores, en Chile se tiende a estar ligado a la iglesia Católica. Por eso, a pesar de que la lógica valórica de nuestra opción sean los partidos más conservadores, nosotros estamos más con las personas que con los partidos” cuenta Wilson.
Es por esa misma razón que la Iglesia también ayudó mucho al Gobierno de Ricardo Lagos, sobre todo en la campaña de Luisa Durán, “Sonrisa de Mujer”, donando US $15.000. Además, de aportar con más 2 millones de dólares para Chile Solidario, 600 computadores para diferentes escuelas y alrededor de mil sillas de ruedas para la Teletón. Como muestra de agradecimiento, Luisa Durán viajó al opulento templo de Salt Lake City, en el estado de UTAH, en donde fue recibida por Gordon Hinckley, el presidente de esta organización quien es considerado profeta por los fieles.
Así, la Concertación estrechó lazos entre esta iglesia y la política chilena, además del poder económico de los mormones con nuestro país. De esta forma, mientras más fieles continúen uniéndose a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los vínculos entre política, economía y Gobierno seguirán aumentando.